Una vez que ha pasado el día de cualquier fase lunar, me gusta revisar cómo lo he vivido, qué me ha acontecido. Casi siempre sonrío al ver cómo la astrología está presente. ¡¡ Me encanta¡¡.
Hemos tenido el 23 de abril, luna llena en Escorpio, el signo de los deseos, del poder personal, de cómo es el juego vincular con las relaciones, la sexualidad. La luna llena sube nuestras aguas, las emociones, los fluidos y nos trae la cosecha de lo sembrado hace seis meses.
Me dedico un rato, leo mi diario y me digo: “No vale hacer trampas, nada de pasar de puntillas por lo más jugoso… ¿¿ehh??” Porque claro, lo que veo, es lo humana que soy y no me gusta nada ver mis pensamientos más retorcidos. Veo gustosa cómo mis emociones han navegado arriba, en marea alta. Cómo mi cuerpo responde más rápido y juguetón. Pero si me acecho con más profundidad, veo asomar un deseo de conseguir/poseer algo o alguien, como un reto, como si fuera un triunfo personal. ¡¡Vaya, nada bonito!!.
Escorpio y Plutón, pueden llevarnos por lugares oscuros, pero este es su cometido, sacar a la luz lo tabú, los secretos y traer belleza a nuestra vida. Esto nos aporta energía y poder personal.
Esto me recuerda a la batalla de Hércules con Medusa, cada vez que cortaba una de las serpientes de la cabeza, salían dos más y se hacía más fuerte. La lucha contra nuestros monstruos no debe ser sangrienta, lo que a Hércules le hizo vencer fue arrodillarse, tomar a Medusa con sus manos y elevarla hacia la luz. El monstruo perdió fuerza y pudo cortar la cabeza principal.
De esto se trata, de que, a pesar de lo dificultoso y feo del asunto, podamos tomarlo suavemente, sin dañarlo, desde lo profundo, esto que me hace parecer un monstruo. Cuando lo saco a la luz, lo escribo o se lo cuento a mi amiga… ya no me domina, lo espanto, me asombro de mí misma y se deshace.
Antes de descubrir a Plutón, en Escorpio el regente era Marte, nuestra voluntad, el arrojo y la valentía. ¿Quién no tiene una Hidra guardada en su casa, ehhh???..
Poderosa Luna. si señora.